lunes, 25 de abril de 2011

REFLEXIONES - SEMANA SANTA Y EL MUNDO

Una tradición que ha existido desde aquel día en que se cumplió el mayor pecado del hombre hacia Dios. Desde entonces, el domingo y ciertos días específicos del año, se han vuelto importantes para aquellos que intentan disolver sus pecados en el perdón.

Lo más interesante es como poco a poco, la supuesta lucha del bien, en contra del mal, se ha dado a notar, el contrincante, que hasta ahora, no parece querer detenerse y va por más.

Mientras hay una Iglesia fracturada por los mismos pecados que sus representantes han cometido, el resto del mundo pierde su intención de creer mientras es absorbido por la guerra, la violencia y la pobreza. Lo impresionante es como se hacen gestos de impresión y agradecimiento a palabras que se las lleva el viento con discursos que prometen cambios cuando el único cambio que se ha mostrado, es el desinterés por la estabilidad de nuestra civilización ya que las acciones de cada ser humano afecta a los demás. Mientras gasto luz, apoyo al calentamiento global provocando la desaparición de países isleños como Kiribati. Mientras la televisión muestra más programas ignorantes que sólo estupidizan a la población para dejarla más afectada, se descuidan las naciones que son atragantadas con programas basura, como en una ocación lo mencionó el representante de una cadena de televisión.

Y en que momento queda nuestra verdadera relación con Dios? En que momento podemos platicar con el sin interrupciones ni intermediarios? Dios ama, y entonces por qué los demás finjen amar? Dios cuida, y entonces por qué los demás falsean al pretender cuidar?

Hasta cuándo nos daremos cuenta de que las cosas mas importantes de las que debemos preocuparnos son aquellas que nos permitirán tener un mejor futuro tanto para nosotros como para las generaciones siguientes, ya que sí Dios no es egoísta, por qué nosotros lo estamos siendo?

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